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Mi interés principal es divulgar en el Paraguay las religiones de matriz africana y en particular el candomblé, además de otros temas relacionados a estas religiones

2 ene 2016

OXAGUIAN



Entre los orixás funfun jóvenes, Oxaguian es el que más destaca. Impone el desafío introduciendo la diferencia en la humanidad. Es la contradicción básica de todo ser: igual en esencia, pero diferente en apariencia.

Esa contradicción básica se torna patente cuando se observan los instrumentos que lleva en sus manos: por un lado la espada, por otro lado el mazo de un mortero, la guerra y la comunión, la guerra por la comunión. Oxaguian lucha para que todos estén unidos en torno a un mismo ideal, para que se trabe el diálogo, para que el respeto por las diferencias pueda prevalecer y, por consiguiente, sea la bandera de todos los hombres.

Oxaguian es el orixá relacionado con el sustento del día a día, dios de la mesa abundante, un gran proveedor que detenta las armas y las usa para alcanzar siempre su objetivo mayor, dar de comer a quien tiene hambre, y si fuere el caso, levantando las armas, parte para la guerra, tomando de quien tiene mucho para dar a los que tienen menos.


En el África, los ritos dedicados a Oxaguian son reminiscencias de antiguos rituales relacionados al cultivo y a la fertilidad del suelo. Las disputas cotidianas, las intrigas, las discordias y los casos de envidia deben ser entregados a Oxaguian, pues como guerrero de la paz, es el gran conciliador que levanta la bandera blanca en el medio de la guerra. No entra en una guerra para perder, va ladeando, evita la confrontación, pero cuando ataca es para vencer.

Nota: Traducción libre de extractos del libro Òrisà Uma História – José Roberto Gaudenzi

OXALÁ



El culto de este Orixá viene de los inicios de la nación Yoruba, y cuando se habla de Oxalá, es a Oxalufán que se quiere mencionar, pues es saludado como el Gran Orixá de la creación y todos los mitos relacionados con la creación del mundo pasan, necesariamente por Oxalá…

En el xiré, Oxalá es homenajeado al último porque es el gran símbolo de la síntesis de todos los orígenes. Él representa la totalidad, el único Orixá que, como Exú, reside en todos los seres humanos. Todos son sus hijos, todos son hermanos, ya que la humanidad vive bajo el mismo techo, el gran alá que nos cubre y protege, el cielo.

El elemento de Oxalá es el aire, esencia de la vida. Por ser el dios del aire, sus dominios se extienden sobre la vida y la muerte. Estar vivo es tener aire, es respirar, es tener Oxalá dentro de uno. Cuando nos falta el aire, cuando nos falta Oxalá, nos falta también la vida. Así, él, creador de todos los seres, es quien determina la hora de la muerte; es él quien retira el soplo de Olodumare de dentro de cada ser humano, señor absoluto de toda existencia, de la vida y de la muerte. La paz y el bienestar de la humanidad son las mayores responsabilidades de Oxalá, que cela desde lo alto, desde el orun, por todos sus hijos.



Nota: Traducción libre de extractos del libro Òrisà Uma História – José Roberto Gaudenzi

14 dic 2015

ÌYÈWÀ


Protectora de las vírgenes, de todo lo que es inexplorado. Ìyèwà domina la videncia , es Orixá de la belleza y los misterios, señora del cielo estrellado, reina del cosmo, dueña del rio Ìyèwà en Nigeria.

Orixá arisco y de culto cada vez más raro, no se muestra fácilmente en los oráculos, confundiendo a los “olhadores”. Se muestra como Oshum, como Oyá y a veces como Yemanjá. Contiene los atributos de Oshum y de Oyá, teniendo su culto gran parte de exotismo, parte de la sofisticación de su carácter como Orixá.

Ìyèwà se relaciona con la floresta, con el agua y con el aire, diosa de los ríos, lagos, florestas, está en los lugares más escondidos donde el hombre no alcanza, donde sólo a naturaleza y los dioses se manifiestan. Es representada por la franja blanca del arcoíris, por los rayos blancos del sol, por la nieve, por la sangre blanca de las hojas, por el semen, por la saliva.

Ìyèwà, diosa de muchos misterios, tiene sus fundamentos en plantas acuáticas, pero también es cazadoran y, bajo la protección de Odé, se tornó guerrera valiente, viviendo en la tierra del peligro, que aprendió a dominar con el rey de Kétu.


Nota: Traducción libre de extractos del libro Òrìs̩à Uma História - José Roberto Gaudenzi

*Nota del Traductor

OBÀ


Las mujeres pueden ser sintetizadas en Obà, que por sus características, se tornó protectora de todas las sociedades secretas de mujeres, como las sociedades Éléékò y Gèlèdè, en África. Mujer consiente de su poder, Obà lucha y reivindica sus derechos enfrentando a cualquier hombre, excepto a aquellos que toman su corazón. Ella abraza cualquier causa, mas se rinde ante una pasión. Es una mujer que se entrega totalmente cuando ama.

Obà es cultuada en África como diosa protectora del poder femenino y saludada como Iyágbà, manteniendo estrecha relación con las Iyá Mi, mujeres fuertes, dominadoras y desafiadoras del poder masculino.

En lucha constante, la vida de Obà estuvo repleta de grandes batallas contra grandes Orixás, tornándose temida por todos.

Transformada en un rio, Obà sigue siendo una diosa relacionada al fuego y se puede notar en la turbulencia de las aguas revueltas, en constante movimiento del rio que lleva su nombre en Nigéria…Es saludada como un Orixá relacionada al celo, sin olvidarnos que el celo es el condimento del amor, Obà entonces, es el Orixá del amor, de las pasiones, con todos los sinsabores y sufrimientos que el amor puede presentar. Tiene celos porque ama.
En general, la mujer siempre estuvo ligada al lado izquierdo (òsi) , lado del corazón, siendo Obà saludada como la guardiana de la izquierda, la guardiana de todas las mujeres, aquellas que comprenden los sentimientos del corazón, pues ella piensa con el corazón, pero es capaz de dedicarse a la guerra, donde canaliza todas las frustraciones de su amor, tornándose la guerrera más valiente.

Los dominios de Obà están relacionados a las aguas revueltas, pues ella comanda el movimiento constante de las aguas. Es justamente lo contrario de Oxum, que gobierna las aguas calmas.

Nota: Traducción libre de extractos del libro Òrìs̩à Uma História - José Roberto Gaudenzi
*Nota del Traductor


NÀNÁ


Nàná, la diosa de los misterios, es una divinidad cuyo origen se remonta a la creación del mundo. Cuando Odùdúwá separó el agua salada que ya existía y liberó la “bolsa de la creación”, la tierra, el punto de contacto entre esos dos elementos, formó el lodo de los pantanos, donde residen los grandes fundamentos de Nàná. Señora de los buzios, ella reúne en sí,  muerte, fecundidad y riqueza, y significando su nombre persona anciana y respetable.

Siendo la más antigua de las divinidades de las aguas y conocida en algunas regiones de África como Inie, Nàná representa la memoria ancestral de nuestro pueblo y madre antigua por excelencia (Iyá Agbá) madre de Iroko, Obalúwáiyé y Oxumaré; y por ser la diosa más antigua, es respetada como madre de todos los demás Orixás.

A lo largo de su historia, la vida del ser humano está cercada de misterio, principalmente el misterio de la muerte…  La muerte hace surgir en el hombre los primeros sentimientos religiosos, y es cuando Nàná se hizo comprender, en el momento en que los muertos eran enterrados en posición fetal, remitiendo a una idea de nacimiento o renacimiento. El hombre primitivo entendió que la muerte y la vida andan juntas, comprendiendo entonces los misterios de Nàná.

Nàná es el principio, el medio y el fin, el nacimiento, la vida y la muerte. Es el origen y es el poder. Entender a Nàná es comprender el destino, la vida y la trayectoria del hombre sobre la tierra, pues ella es el agua parada, agua de la vida y de la muerte.

Nàná es el comienzo, porque es el barro y del barro fue hecha la vida. Es la dueña del asé, por ser el Orixá que da la vida y la sobrevivencia, que permite el nacimiento de los dioses y los hombres. Ella no puede ser el recuerdo angustiante de la muerte en la vida del ser humano, sino sólo para aquellos que encaran este final como algo negativo. 

Siendo la madre mayor, es la luz que guía a los humanos en lo cotidiano. Conocer la propia vida y el propio destino es conocer a Nàná, pues los fundamentos de los Orixás están ligados a la vida. Nuestra vida es nuestro Orixá.


Nota: Traducción libre de extractos del libro Òrìs̩à Uma História - José Roberto Gaudenzi
*Nota del Traductor


YEMANJÁ


Yemanjá, cuyo nombre viene de la expresión Yéyé omo ejá (madre cuyos hijos son peces) es la reina de todas las aguas del mundo, sea de las aguas dulces de los ríos y lagos, como de las aguas de mar. Cultuada en África por los egbá, nación yoruba de la región de Ifé e Igbadán, donde corre el rio YEMOJA. Ese pueblo, cuando se transfirió para la región de Abéokutá, llevó consigo los objetos sagrados de la diosa, que fueron depositados en el rio Ogun.

Aunque en el Brasil, Yemanjá es cultuada en las aguas saladas, su origen es el rio que corre hacia el mar. El saludo Odó Iyá, significa “madre del rio”, y el saludo Èéru Iyá alude a las espumas que se forman al encuentro de las aguas del ríos con las aguas del mar, siendo ese uno de los locales de culto a Yemanjá.

Uno de los atributos que más sobresale en Yemanjá son sus senos, así como su órgano genital, como es madre de todos los hijos, la madre del mundo, ella es quien sustenta a la humanidad y por eso, los órganos que la relacionan con la maternidad son sagrados.

 Yemanjá es el espejo del mundo, la que refleja todas las diferencias, pues una madre es siempre un espejo para el hijo, un ejemplo de conducta. Es ella la madre que orienta, que muestra los caminos, que educa y sabe, sobretodo, explorar las potencialidades que están dentro de cada uno, como lo hizo con los guerreros de Olofin, mostrándoles lo bueno que eran en sus oficios, pero diciendo al mismo tiempo, que la mayor guerra es aquella que debemos trabar contra nuestros defectos.

Por ser madre de la cabeza (Iyá Orí) Yemanjá acompaña a todos los rituales de la religión afro. Ella da inicio a cualquier ceremonia y muy principalmente a la ceremonia del Borí, donde es invocada juntamente con Oxalá.


Nota: Traducción libre de extractos del libro Òrìs̩à Uma História - José Roberto Gaudenzi
*Nota del Traductor

OYÁ


El rio Niger es el más importante de Nigeria, con su gran imponencia corre por todo el país rasgando sus tierras, esparciéndose por las principales ciudades a través de sus afluentes, siendo por eso conocido con el nombre Odò Oya, teniendo la palabra el significado de rasgar, esparcir. Ese rio es la morada de la mujer más poderosa de África negra, madre de los nueve Orum, de los nueve hijos, del rio de nueve brazos, la madre de los nueve, Iyá Mesàn, Yánsán.

Aun siendo saludada como diosa del rio Niger, Oyá está relacionada al elemento fuego, indicando la unión de elementos contradictorios, pues nace del agua y del fuego, de la tempestad, de un rayo que corta el cielo en el medio de una lluvia, es la hija del fuego – Omo Ina. La tempestad es el poder manifiesto de Yánsán, reina de los rayos, de los vientos, del tiempo que se cierra sin llover.

Oyá es mujer guerrera por vocación, sabe ir a la lucha y defender lo que es suyo; la batalla del día a día es su felicidad. Ella sabe conquistar, sea en el fervor de las guerras, sea en el arte del amor. Muestra su amor y su alegría contagiante en la misma proporción que exterioriza su rabia, su odio. De esta forma, pasó a identificarse mucho más con todas las actividades relacionadas al hombre, que son desarrolladas fuera del hogar, por tanto no aprecia las tareas domésticas, rechazando el papel femenino tradicional. Yánsán es la mujer que se despierta, besa a sus hijos y va a la lucha en busca del sustento.
Independientemente a estos atributos, es extremadamente femenina y su gran número de pasiones muestra su atracción por los hombres. Oyá tuvo muchos compañeros y, verdaderamente los amó a todos. Gracias a sus amores, conquistó grandes poderes y se tornó Orixá.

Diosa de los vientos y tifones, de las aguas agitadas. El viento es el gran dominio de Oyá, pues el aire en movimiento regula el fuego, ya que el viento propaga las llamas y sin aire, el fuego no vive. Ella se relaciona también, con el agua de las tempestades, más allá de las aguas del rio Níger, donde es cultuada.

La muerte y sus misterios no asustan a Oyá, señora de los Eégun; fue ella quien cosió sus ropas, conoce el secreto, sabe lo que hay por debajo de las telas, por eso Egúngún respeta a su reina, su madre Oyá, la única que puede revelar el secreto de la muerte y el renacimiento.

Oyá es el viento que espanta a la muerte, viento que balancea las hojas, que inclina la palmera real y hace que su punta toque el suelo.


 Nota: Traducción libre de extractos del libro Òrìs̩à Uma História - José Roberto Gaudenzi
*Nota del Traductor

OSHUN


Un rio corre, mansamente, en un país africano, bañando las ciudades de Ijesá, Ijebu y Osogbó. Es el rio Osun, morada de la más bella aiyabá, reina de todas las riquezas, protectora de los niños, madre de la dulzura y la benevolencia. Generosa y digna, Oshun, la reina de todos los ríos, muy vanidosa, es la más importante entre las mujeres de la ciudad, la Iyaloodé, la dueña de la fecundidad y del gran poder generador femenino.

Oshun transformó gotas de sangre en ikodidé. El ikodidé (ikoodé*) es el pájaro de la felicidad para los nuevos iniciados.

Madre y proveedora de los niños, posee remedio gratuito y brinda miel a los niños, cuando les da cura, no cobra a sus padres, su palabra es tierna, deja a los niños que abracen su cuerpo. No puede haber unión más próxima que la de un niño con Oshun, sólo un niño puede abrazarla. Nadie puede retener al agua, solamente el niño en el vientre de la madre. Es Oshun la que envuelve a los niños en el vientre materno. Una hija de Oshun nunca debe recusar la maternidad.

Oshun es el amor en todas las dimensiones que ese sentimiento abarca. El poder de Oshun es tan grande que es capaz de absorver toda la fuerza negativa (Aje).

Oshun protege a las mujeres parturientas y sus bebés, hasta que adquieran dominio del habla y personalidad propia, pasando entonces a los cuidados de Yemanjá. Por tanto, los mayores dominios de Oshun son la maternidad y la fertilidad, el amor, la sensualidad, la belleza y el cuidado de los niños.

En la naturaleza, se manifiesta en las aguas dulces y cristalinas de ríos, lagunas, nacientes y cascada. Es con esa agua que cura a los enfermos, que trata los males de amor. Pero, un rio de apariencia calma puede esconder peligros, trampas, corrientes, pozos, remolinos. Por ello, no se debe jugar con el agua, no se puede confrontar a Oshun.


Oshun es el poder del nacimiento dentro de la religión afro, ya que cuando alguien se inicia está naciendo…Siendo Oshun la señora de la fecundidad..  ella se hace presente en todos los momentos de la “feitura”, es la dueña del Osu, y quien trae la posibilidad de comunicación con los Orixás.  


Nota: Traducción libre de extractos del libro Òrìs̩à Uma História - José Roberto Gaudenzi 
* Nota del Traductor




13 dic 2015

LOGUN EDÉ


Logun Edé es el Orixá de  la riqueza y la abundancia, hijo de Oshum y de Odé Inlé, dios de la tierra y el agua. Y, sin duda, uno de los Orixás más bonitos, ya que la belleza es una de las características principales de sus padres. Cazador habilidoso y príncipe soberbio, Logun Edé reúne los dominios de Odé y Oshum y casi todo lo que se conoce de él, viene de los principios de su paternidad.

Logun Edé no cambia de sexo cada seis meses, es un  Orixá masculino. Su dualidad se expresa a nivel comportamental, ya que en determinadas ocasiones puede ser dulce y benevolente como Oshum y en otras, serio y solitario como Odé. Es un Orixá de contradicciones, en él los opuestos se alternan, es el dios de la sorpresa y lo inesperado.

En Nigeria, la ciudad de Logun Edé se llama Ilesá y es una de las más ricas y prósperas de África, donde su culto está casi extinto. En esta ciudad todavía se encuentran su palacio y sus principales sacerdotes.

Los dominios de Logun Edé son las tierras del bosque y las aguas de los ríos, herencia de sus padres. La caza y la pesca, como alimentos, constituyen uno de sus legados. Heredó tanto la belleza y la agilidad del padre como la belleza y la riqueza de la madre. Sus símbolos reflejan su dualidad. La balanza muestra su inestabilidad, sus dos medidas, a veces próximo a Odé, a veces próximo a Oshum. El caballo marino también evoca su paternidad, mitad caballo (Odé) mitad pez (Oshum). La dualidad continúa en los colores: celeste y amarillo oro; en el arco y la flecha (ofá); y en el abanico y el espejo (abebe). Recordando siempre que es hijo del Gran Cazador y de la Señora de la Vanidad, que si bien posee características y dominios en común con sus padres, no es “variación” ni “cualidad” de ninguno de ellos.  

Nota: Traducción libre de extractos del libro Òrìs̩à Uma História - José Roberto Gaudenzi 

28 nov 2015

IROKO


Iroko es un Orixá poco cultuado en las Américas* y en el Brasil, aparece raramente en las casas de culto a los Orixás, sus hijos son cada vez más escasos y los secretos de su culto van desapareciendo en la medida en que mueren los sacerdotes más antiguos.

Pero Iroko no desaparecerá porque vive en el  árbol más suntuoso que puede existir en una casa de culto – el árbol de Iroko. Este es un árbol que resiste las intemperies, a todas las variaciones climáticas, el más firme de todos, que no se dobla con los vientos. Si Iroko cae, crece aún más grande, cuando Iroko cae, es para garantizar la permanencia de la comunidad, para anunciar lo nuevo y para vencer la guerra. Aunque caiga el árbol, la raíz es firme y los gajos vuelven a brotar. Lo que no se modifica es la raíz; el tronco, los gajos, las hojas, estos se renuevan siempre y esto es lo que garantiza que la raíz quede intacta.

Iroko es el árbol símbolo de la religión de los Orixás. Es un árbol muy común en África. En el Brasil, es sustituido por la “gameleira branca” (ficus dolaria), un árbol de la misma especie y grandioso. Entretanto, tiene más validez el significado que el árbol despierta que de que la planta en sí; por eso, cualquier árbol con más de cien años puede ser considerado Iroko, pues todo árbol de gran porte sirve de morada a los ancestrales, siendo por tanto, sagrado.

Iroko esta relacionado con los cambios de tiempo, con todas las variaciones climáticas. Es el viento y la tempestad golpeando los árboles. Debe ser invocado para calmar grandes tempestades y vientos fuertes, por eso, el árbol de Iroko garantiza la seguridad de la sociedad en sentido religioso, ya que es el guardián de la ancestralidad y la protege de las grandes tempestades, pues los grandes árboles, desde el punto de vista científico, son pararayos naturales.

En la propia acepción de la palabra, iroko es lo mismo que floresta, pero no se refiere propiamente al espacio físico, al suelo, sino mas bien a los seres que habitan en el bosque, la vegetación. De esta froma, nos remite a un espacio mágico , pues la floresta siempre fue para varios pueblos, inclusive para los negros africanos, la morada de los espíritus.  

Nota: Traducción libre de extractos del libro Òrìs̩à Uma História - José Roberto Gaudenzi 
* Nota del Traductor


27 oct 2015

XANGÓ


No hace falta hablar sobre el poder de Xango, pues ese poder, es su propia síntesis. Él nace de ese poder y muere en nombre de ese poder. Rey absoluto, imbatible y fuerte, tiene en el poder, su placer. El manda en los poderosos, en su reino y en el reino de los vecinos. Es el rey entre todos los reyes.  

Entre los Orixás no existe jerarquía, ninguno posee más “Axé” que otro, pero si fuere necesario escoger un Orixá todo poderoso, este sería  Xangó. Su gran autoridad se hace más evidente cuando llega a ser comparado con grandes animales, poderosos por su tamaño o por sus características de predadores, como león o leopardo, los reyes de la sabana africana.

La manera en que todos deben referirse a Xangó ya expresa su poder, la imagen del poder está siempre asociada a él. El poder real le es debido por haberse tornado cuarto Alaafin de la ciudad de Oyó, que era considerada la capital política de los Yorubá, la ciudad más importante de Nigeria.

Xangó ejerce su poder de forma enérgica, pero su rectitud y honestidad superan su carácter arbitrario; sus medidas, si bien son impuestas, son siempre justas y por eso, él es, encima de todo, un Rey amado, pues es enérgico por estilo y no por maldad. La realidad es que no puede hablarse de Xangó sin hablar de poder. 

El expresa la autoridad de los grandes gobernantes, pero también detenta el poder mágico, ya que domina el más peligroso de todos los elementos de la naturaleza: el fuego. El poder mágico de Xangó reside en el rayo, en el fuego que corta el cielo, que destruye en la tierra, pero que transforma, que protege, que ilumina el camino. Todo en Xangó recuerda al fuego, el propio Xangó era tan fogoso que cuando hablaba salían llamas de su boca y humo de sus narices.


Xangó es un protector incansable de sus hijos y de todos los desvalidos, toma de quien tiene y da a quien no tiene. Quien tiene a Xangó de su lado nada teme.

Nota: Traducción libre de extractos del libro Òrìṣà Uma História - José Roberto Gaudenzi 

24 jul 2014

ÒXÙMÀRÈ


 ÒXÙMÀRÈ. Oxumaré es el Orixá de todos los movimientos, de todos los ciclos. Es necesario que la tierra esté en constante movimiento, que después del día venga la noche, que las estaciones del año se alternen, que el vapor del agua suba a los cielos y que caiga nuevamente sobre la tierra en forma de lluvia. Así, Oxumaré no debe ser olvidado, pues el fin de los ciclos es el fin del mundo.

Oxumaré vive en el cielo y viene a la tierra a visitarnos a través del arcoiris. Es una gran serpiente que une a la tierra y el cielo, asegura la unidad y renovación del universo.

Oxumaré es un Dios duplo, que pertenece al agua y a la tierra, configura la unión de los opuestos que se atraen y proporcionan la manutención del universo y de la vida. Sintetiza la duplicidad de todo ser: mortal (en el cuerpo) e inmortal (en el espíritu) también muestra la necesidad de movimiento y transformación.

Nota: Traducción libre de extractos del libro Òrìs̩à Uma História - José Roberto Gaudenzi