La comunidad religiosa está compuesta por el líder (Babalorixá o Iyalorixá) y los miembros de la casa, a veces llamados hijos de religión o miembros del Axé, que podemos dividirlos en general en dos grupos:
Los llamados “Adoxus” que son aquellos que incorporan los Orixás y aquellos que no son “adoxus”, es decir quienes no incorporan a los Orixás.
Dentro de este primer grupo, tenemos al “Abian” que es el futuro iniciado o candidato a la iniciación, el “Iyawo”, quien ya fue iniciado y que realizará con el transcurso del tiempo sus obligaciones de uno, tres, siete años; el “Ebomi” quien ya tiene siete años de iniciado y obligaciones cumplidas.
Dentro del segundo grupo, podemos citar a los “Oganes” y las “Ekedis” quienes tienen tareas generales y específicas. El “Ogan” que es un título exclusivamente masculino y la ”Ekedi” que es un título exclusivamente femenino.
Todos ellos, realizan las numerosas tareas de la casa, se van asignando responsabilidades y cargos (“Oyés) a los miembros de la comunidad para auxiliar al Babalorixá o Iyalorixá.
A medida que la casa crece se ve la necesidad de designar cargos de grandes responsabilidades como el “Babakekeré” o “Iyakekeré” que significa pequeño padre o pequeña madre (Pae pequeño o Mae pequeña en portugués) responsables de ayudar al líder de la casa en todas la obligaciones y cuidar de los iniciados.
Luego vienen los demás cargos cuyos nombres no citaremos (los dejaremos para otro artículo) pero que podemos mencionar como ejemplos a aquellos que cuidan de la cocina ritualística, las vestimentas, la música, el cuidado de los iniciados, de los baños de los iniciados, etc. algunos cargos exclusivamente para hombres y otros exclusivamente para mujeres.
Por otra parte, puede existir un tercer grupo de personas, quienes no hayan sido iniciadas en la Casa, pero por una u otra razón son escogidas por los Orixás y los líderes de la casa recibiendo cargos llamados “dignatarios” cuya función les será comunicada en su oportunidad.
El candomblé es una religión que requiere mucho trabajo, los miembros conviven mucho tiempo juntos por lo que es necesario respetar las jerarquías dadas por la antigüedad y los títulos entregados, ya que de esta manera se facilita la convivencia y se contribuye al logro de los trabajos.
La comunidad necesita de reglas como en todos los grupos humanos y estas reglas en el candomblé son numerosas y muy importantes. Los iniciados aprenderán sólo con la convivencia y el trascurso del tiempo cuáles son las normas aceptadas por la comunidad, de ahí la importancia de la práctica y la asistencia asídua a los eventos y obligaciones de la casa.
Ningún lugar mejor que una casa de candomblé para practicar valores como el respeto, la tolerancia, la ayuda mutua, la prudencia y sobre todo, la fé.
