Ò̩SÁNYÌN - Las hojas son imprescindibles en los rituales de la religión de los Orixás. Cada Orixá posee sus propias hojas, pero sólo Ossain conoce sus secretos, sólo él sabe las palabras sagradas (o̩fó̩) que despiertan su poder, su fuerza, su axé.
Ossain desempeña una función fundamental en la religión afro, visto que sin hojas, sin su presencia, ninguna ceremonia puede realizarse, pues él detenta el Axé que despierta el poder de la "sangre verde" de las hojas.
Las hojas de Ossain transmiten el Axé oculto, pues el verde es una de las cualidades del negro. Las hojas y las plantas constituyen la emananción directa del poder de la tiera fertilizada por la lluvia. Son como las escamas y las plumas que representan lo procreado.
Ossain es el gran sacerdote de las hojas, el gran hechicero que por medio de las hojas puede realizar curas y milagros, puede traer progreso y riqueza. Es en las hojas que está la cura para todas las enfermedades del cuerpo y del espíritu. Portanto, debe lucharse por su preservación, para que ninguna consecuencia desastrosa alcance a los seres humanos.
La floresta es la casa de Ossain, que la divide con otros Orixás del bosque, como Ogún y Odé, su territorio por excelencia, donde las hojas crecen en estado puro, salvaje, sin interferencia del hombre.
Nota: Traducción libre de extractos del libro Òrìs̩à Uma História - José Roberto Gaudenzi
Ossain desempeña una función fundamental en la religión afro, visto que sin hojas, sin su presencia, ninguna ceremonia puede realizarse, pues él detenta el Axé que despierta el poder de la "sangre verde" de las hojas.
Las hojas de Ossain transmiten el Axé oculto, pues el verde es una de las cualidades del negro. Las hojas y las plantas constituyen la emananción directa del poder de la tiera fertilizada por la lluvia. Son como las escamas y las plumas que representan lo procreado.
Ossain es el gran sacerdote de las hojas, el gran hechicero que por medio de las hojas puede realizar curas y milagros, puede traer progreso y riqueza. Es en las hojas que está la cura para todas las enfermedades del cuerpo y del espíritu. Portanto, debe lucharse por su preservación, para que ninguna consecuencia desastrosa alcance a los seres humanos.
La floresta es la casa de Ossain, que la divide con otros Orixás del bosque, como Ogún y Odé, su territorio por excelencia, donde las hojas crecen en estado puro, salvaje, sin interferencia del hombre.
Nota: Traducción libre de extractos del libro Òrìs̩à Uma História - José Roberto Gaudenzi