El Candomblé es una religión. Tiene su origen el continente Africano como todas las religiones de matriz africana practicadas en nuestro continente. Más precisamente en las regiones ocupadas por pueblos Yoruba, Ewe, Fon, Bantu, Savalu entre otros.
Es importante partir de esa base porque llega al Brasil de la mano de los esclavos – pertenecientes a estos pueblos diferentes – quienes se reúnen y practican sus rituales, dando origen al Candomblé. A su vez, teniendo en cuenta la mezcla de esclavos de diferentes pueblos, surgen las Naciones del Candomblé, que si bien pertenecen a las mismas raíces, se diferencian por el conjunto de divinidades veneradas, sus rituales, el tipo de música y la lengua sagrada utilizada.
Podemos decir que el candomblé es una religión que cultúa a los Orixás, a las fuerzas de la naturaleza y a los ancestros; tiene un origen totémico y familiar. Comienza en el Brasil gracias al conocimiento de los sacerdotes esclavizados y luego se expande extraordinariamente.
A pesar de estar confinado originalmente a los esclavos, a pesar de a estar prohibido por la Iglesia Católica y hasta criminalizado por algunos gobiernos, el candomblé prospera durante cuatro siglos y se expande notablemente desde el fin de la esclavitud en el Brasil, en 1888.
Hoy es una de las principales religiones establecidas, con seguidores de todas las clases sociales y centenares de templos. Actualmente tiene seguidores en países vecinos al Brasil como Venezuela, Colombia, Argentina, Paraguay y Uruguay.
En el Paraguay el Candomblé tiene numerosos seguidores y existen incluso “casas abiertas” (Ile) a cuyo frente se encuentran sacerdotes (Babalororixás e Iyalorixás) que cuentan con varios hijos de religión (este es el nombre que se da a los que profesan el culto y pertenecen a una casa de Candomblé). Las raíces de estas casas de religión se encuentran en el Brasil, principalmente en los estados de Bahia, Sao Paulo, Rio de Janeiro y Parana, aunque también se tiene información de casas que son originarias de otras casas afincadas en la Argentina y el Uruguay.
A la par de esto, también existen personas iniciadas en la religión en templos del Brasil, que siguen perteneciendo a esas casas o a otras y que no se hallan ligadas a casa alguna en el Paraguay.