Días pasados tuvo lugar el Evento RAICES AFRICANAS EN EL PARAGUAY, resultando todo un éxito en la convocatoria y en el resultado esperado. El evento fue realizado para celebrar el Año Internacional de los Afrodescendientes.
En primer lugar mis más sinceras felicitaciones al promotor del evento, Sr. Amado Lovera, también iniciado en las religiones de matriz africana, por haber tenido el coraje y la valentía de realizar un evento de tales dimensiones.
En segundo lugar, y voy a detenerme sobre esto, es el hecho de la participación de varias casas de religión en el escenario (de diversas naciones) y la presencia de sacerdotes en el público (de diversas naciones) situación que hizo surgir un debate probablemente tan viejo como lo son estas religiones que se originaron en las Américas: ¿Cuáles son las danzas correctas? ¿Cuáles son los rituales válidos? ¿Cuáles son las vestimentas adecuadas? ¿Cuáles son las actitudes apropiadas de los hijos de religión? En fin, podemos seguir hasta llegar a discutir sobre color de las cuentas de los collares o guías que los seguidores lucen espléndidamente en sus cuellos y los colores de sus vaporosas polleras y turbantes, y la discusión será interminable…
Ahora bien, porqué se dá esto?
Por un lado, porque estas religiones surgidas con los esclavos llegados a las Américas (Cuba, Brasil, Haití y otros) tienen a su vez a la misma África como matriz, pero una África con varias regiones, varios pueblos, varias lenguas, varias deidades.
Por el otro, porque estos saberes y prácticas se transmiten oralmente, lo cual dificulta la exactitud de su fiel repetición en el tiempo.
Me vienen a la mente las palabras del respetadísimo Babalorixá Air José Souza de Jesus (Pae de Santo del Terreiro Pilao de Prata de Salvador-Bahía) quien expresó: “Yo no sé candomblé, sólo sé lo que Mae Caetana me enseñó” Y ello no puede ser más exacto. El Pae de Santo sabe lo que aprendió a su vez con su Pae o Mae de Santo, los seguidores de las religiones de matriz africana saben lo que sus Paes de Santo les enseñaron.
Existen Candomblés de la nación Ketu, Jeje, Angola. Existe el Batuque. Existe la Umbanda. Ni que hablar de otras manifestaciones como el Xangó de Pernambuco, la Santería Cubana, el Palo Mayombe, el Voudou haitiano, etc. etc.
Nadie puede atribuirse el conocimiento correcto y total de las prácticas religiosas de matriz africana. Pero, se debe respetar la antigüedad de los más viejos, simplemente respetarlos. Es una norma.
Por eso, lejos de entrar en un debate estéril y sin ningún final, me queda decir con toda humildad que apoyemos las iniciativas de Visibilidad de nuestras religiones de matriz africana, porque ello nos llevará a una convivencia más armónica con el resto de la sociedad.
En este mundo, hay lugar para todos.
¡Axé!
